VISITA A LAS SIETE IGLESIAS

La visita a las 7 Iglesia se realiza el jueves Santo en la noche o el viernes Santo en la mañana, es una devoción bíblica, católica y bien arraigada en el pueblo cristiano.
Su finalidad es agradecer a Jesucristo el don de la Eucaristía y del Sacerdocio que instituyó aquella noche santa y acompañarle en la soledad y sufrimientos en el Huerto de Getsemaní, así como en las afrentas recibidas en las casas de Anás, Caifás, Herodes, Pilato y no digamos en el Calvario, y en el silencio del sepulcro.
Ante el Monumento, donde se reserva al Señor Sacramentado, le damos gracias por su Sagrada Pasión con la que nos redimió.
Al ingresar a las Iglesias, buscar primero el Monumento donde está Jesús Eucaristía, leer el texto bíblico que esta dentro de este volante y que corresponde al número de la visita. Rezar 1
Padrenuestros, 1 Ave María y 1 Gloria en cada Iglesia.

1.- “PADRE PERDÓNALOS, PORQUE NO SABEN LO QUE HACEN”. LC 23, 33-34


Jesús nos muestra su corazón misericordioso en la oración sincera que
eleva al Padre. No sólo pide que nos perdone de todos nuestros pecados, sino que
busca justificarnos ante el Padre.

2.- “EN VERDAD TE DIGO: HOY ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAÍSO”. LC 23, 39-43


El Amor de Jesús ablanda el corazón del ladrón, -la ternura de Dios lo hace
buen ladrón-, y sin comprender, acepta la salvación del crucificado. El otro ladrón, enceguecido en su dolor, prefería una salvación a su medida, en vez de la
salvación que ofrece Dios.

3.- “MUJER, HE AHÍ A TU HIJO”. “HE AHÍ A TU MADRE”. JN 19, 25-27


María es la Madre fiel al pie de la cruz de su Hijo. Allí, se convirtió en
nuestra Madre, y desde entonces, permanece al pie de nuestras cruces. Frente a la
cruz María es la mujer del silencio, porque el dolor no se explica; pero es también
mujer del consuelo y de la esperanza, porque el dolor no es tan dolor en los brazos
de una Madre.


4.- “DIOS MÍO, DIOS MÍO, ¿POR QUÉ ME HAS ABANDONADO?” MC 15, 33-34


Jesús experimentó el abandono de sus amigos y de aquellos que lo seguían,
y en la cruz la soledad más honda: el silencio de su Padre. De lo profundo de su
soledad se entregó con total confianza.
Jesús compartió con nosotros la soledad, para que podamos sentir su
compañía.

5.- “TENGO SED”. JN 19, 28.

Jesús tenía sed de cumplir con detalle la voluntad de su Padre, de
entregarnos su vida, de mostrarnos con su muerte la medida de su Amor, de
salvarnos del pecado y regalarnos la Vida.
Jesús tiene sed de darnos sed de Él.

6.- “TODO SE HA CUMPLIDO”. JN 19, 28-29.

Jesús hizo todo lo que podía hacer. Fiel imagen del Amor del Padre. En
silencio y esperando: Su cabeza inclinada para besarnos, sus brazos extendidos
para abrazarnos, su corazón abierto para recibirnos.

7.- “PADRE, EN TUS MANOS ENCOMIENDO MI ESPÍRITU”. LC 23, 44-46.


Sólo le quedaba entregarse a las manos del Padre… Toda su vida preparada
con toda delicadeza para ofrecerse como un regalo. Un regalo de Dios para los
hombres; pero también como regalo perfecto para Dios. Jesús es regalo, beso,
abrazo… ¡Jesús es gesto de Reconciliación!

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