“Cuando caminamos, edificamos y confesamos sin la cruz, no
Papa Francisco
somos discípulos del Señor. Hay que tener el coraje de caminar
con la cruz del Señor y edificar la Iglesia con la sangre de Cristo”
Primera Estación: Jesús es condenado a muerte
Pilatos, por miedo a los judíos, condenó a muerte a Jesús. Oh Señor, que no juzguemos a nadie y no seamos juzgados nosotros. Que no condenemos a nadie y que no seamos condenados por nadie. Amén. Padre nuestro…
Segunda estación: Jesús carga con su Cruz
“Y Jesús, llevando su cruz al hombro, subió al Monte Calvario”. Oh Señor: que también nosotros aceptemos la cruz de nuestros sufrimientos de cada día, por amor tuyo y por la salvación de nuestras almas. Amén Dios te salve María…
Tercera estación: Jesús cae por primera vez
Había sudado sangre. Había sido azotado y coronado de espinas: Estaba en ayunas y muy débil. Oh Señor: nosotros también somos débiles. Ayuda con tu poder nuestra gran debilidad para que no caigamos en pecados ni en vicios. Amén. Gloria al Padre…
Cuarta estación: Jesús se encuentra con su Santísima Madre María
María amaba a Jesús con amor de madre, ella sufría al perder a su Hijo. Al ver a María con tantos sufrimientos, ¿nos quejaremos todavía de nuestras penas? Oh Madre Dolorosa enséñanos a sufrir con paciencia como tú. Amén. Dios te salve María…
Quinta estación: El Cireneo ayuda a Jesús a llevar la Cruz
Estaba tan débil que los soldados temían que no alcanzara a llegar hasta el Calvario. Cireneo al principio lo ayudó obligado, pero luego se dio cuenta que era la tarea más provechosa de toda su vida. Oh Jesús: haz que también nosotros ayudemos generosamente a todos los que necesitan de nuestros servicios y favores. Amén. Padre nuestro…
Sexta estación: La Verónica enjuga el rostro de Jesús
Lo habían maltratado tanto. Estaba lleno de sudor. La sangre corría por su frente. Entonces la Verónica le seca el rostro. Y Jesús deja su retrato santísimo en aquella tela. Oh Jesús: qué bien pagas los favores que se hacen a los demás. Bendito seas. Amén. Gloria al Padre…
Séptima estación: Jesús cae por segunda vez
La Sagrada Biblia dice: “…ya no parece un hombre. Parece un ser destrozado. Se humilló hasta la muerte, por eso Dios lo glorificó…”. Oh Jesús manso y humilde de corazón, haz nuestro corazón semejante al tuyo. Amén. Padre nuestro…
Octava estación: Jesús encuentra a las santas mujeres que lloran por él.
Jesús les dice: “Hijas de Jerusalén, no lloren por mí, lloren por ustedes y por sus hijos”. Oh Señor: sabemos que merecemos muchos sufrimientos por nuestros pecados, pide al Padre Dios que no nos castigue como merecen nuestras culpas. Amén. Padre nuestro…
Novena estación: Jesús cae por tercera vez
“Lo vi, dice el Profeta, y estaba totalmente destrozado por nuestros pecados. Los castigos que nosotros merecíamos cayeron sobre él”. Mil veces, bendito seas oh Cristo que has querido sufrir tanto para borrar nuestras culpas. Haz que tu pasión y muerte no sea en vano para ninguno de nosotros. Amén. Gloria al Padre…
Décima estación: Jesús es despojado de sus vestiduras y le dan a beber hiel y vinagre.
Oh Cristo: mueres como el más pobre de todos los seres. Se repartieron entre ellos tus vestiduras, y por bebida te ofrecieron hiel. Que el Padre Dios reciba tus terribles sufrimientos por nuestras faltas, y como pago de todas las ofensas que hemos hecho. Amén. Padre nuestro…
Undécima estación: Jesús es clavado en la Cruz
Dijo el Profeta: “Han taladrado mis manos y mis pies y se pueden contar todos mis huesos”. Y lo dijiste tú, oh Cristo: “Nadie tiene mayor amor que el que da la vida por sus amigos”. Gracias Señor. Enséñanos a sufrir como Tú: con paciencia y ofreciendo todo a Dios. Amén. Dios te Salve María…
Duodécima estación: Jesús muere en la Cruz
Mientras agonizaba en medio de los más atroces sufrimientos, Jesús decía: “Padre: perdónalos porque no saben lo que hacen. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? Todo está consumado. Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”. Y a las tres de la tarde, dando un gran grito, inclinó la cabeza y expiró. Oh Padre Celestial: recibe la Pasión y Muerte de tu amado Hijo, y su preciosa Sangre por el perdón de los pecados de todos nosotros y de todo el mundo. Amén. Gloria al Padre…
Décimo tercera estación: Jesús es bajado de la Cruz y colocado en brazos de su Santísima Madre
Jamás ha existido hijo alguno a quien su madre amara tanto como amaba María a su Hijo Jesucristo. Por eso el dolor de María al morir Jesús fue el dolor más grande que ha existido. Dios te Salve María…
Última estación: Jesús es sepultado
Señor Jesús: Tú no te quedarás para siempre en el sepulcro. Resucitarás para nunca más morir. Tu Resurrección es el gran triunfo. Te rogamos que también nosotros seamos un día resucitados por ti y llevados a la gloria del cielo para cantar las alabanzas de Dios por los siglos de los siglos. Amén. Gloria al Padre…